¡Llegaron, por fin, las ansiadas vacaciones!!
¡Ahora sí, vamos a poder renovarnos para afrontar el nuevo año!!
Y al llegar algo no ocurre.
Y pasados los días siguientes, tampoco.
La enorme cantidad de testimonios de personas que reportan su dificultad para descansar durante las vacaciones bien podemos mirarla como un fenómeno de este tiempo que toca directamente el mundo de los profesionales y las organizaciones.
Así como el día sucede a la noche y la noche al día, el descanso sucede al ajetreo y ajetreo al descanso. En la medida que nos arroguemos alterar este orden vital, estaremos en problemas.
Dos pistas:
1. Identifica los impulsos que inhiben tu descanso para desactivarlos, simplemente, no dándoles curso. Tal vez tironeen como una droga (teléfono móvil, redes sociales, relaciones tóxicas u otras)
2. Pide ayuda para que otros puedan colaborar contigo en el sostenimiento del contexto de pausa.
¿Resulta el descanso una incompetencia tuya de este tiempo?