Jenny Holzer dice: “Protégeme de lo que quiero”.
Por mucho tiempo bregamos desde el coaching para proponer un desplazamiento desde el deber ser hacia el poder como capacidad diferencial de acción.
No obstante, hoy nos encontramos lidiando con la misma emocionalidad de coerción de antaño – que distingo como EXIGENCIA - aunque potenciada.
Antes la percibíamos como una coacción cuasi disciplinaria que nos venía desde afuera mientras que ahora la producimos nosotros mismos bajo el disfraz de “autorrealización”.
Por lo tanto, aquí juzgo que hace sentido distinguir entre lo que decimos querer – que evoca los meros impulsos generados desde esta disposición para presionar y presionarnos – y nuestras elecciones con un sentido de propósito en las que juntamos dos momentos en uno: lo que hacemos + las consecuencias de nuestro obrar.
Asi emerge una emocionalidad del Siglo XXI que distingo como la disposición para convivir con las pérdidas y las ganancias del diario vivir: la SERENIDAD.
¿Te abre posibilidades moverte desde la EXIGENCIA hacia la SERENIDAD? En caso afirmativo, te sugiero revisar si estás en el querer o en el elegir al tomar las decisiones con las que estás dando curso a tu vida.