Cuentan que al magnífico templo de Apolo - donde se encontraba el oráculo de Delfos - iban peregrinos de toda Grecia y también extranjeros para consultar sobre cuestiones de difícil resolución.
Una vez Creso, rey de Libia, llegó hasta el templo y luego de purificarse en las aguas de la fuente Castalia se dirigió al oráculo. Le preguntó a la pitonisa qué pasaría si él cruzaba el río Halis con todas sus tropas para invadir a los persas. Ella entró en trance y le contestó: "Al cruzar el Halis, Creso destruirá un gran imperio." Impulsado por esta respuesta y seguro de su triunfo, Creso reunió un numeroso ejército, cruzó el río y se arrojó contra su adversario.
La batalla de Timbrea esclareció el enigma: Creso sufrió una aplastante derrota a manos del persa y destruyó así su propio imperio.
Corría el año 548 antes de Cristo.
Muchas veces, como el rey, preguntamos queriendo escuchar lo que esperamos sin mayor lugar para albergar una contestación diferente.
¿Conoces gente que pregunta para que le digan lo que quiere escuchar? Si te encontrás entre estas, tenés una buena diferencia para hacer en estos tiempos de incertidumbre.